sábado, 14 de abril de 2007

¿Donde está nuestra peseta?


¿Donde está nuestra peseta? No me refiero a su tamaño, ni a su color, ni a su gráficos... me refiero a lo que costaban los artículos cuando teníamos pesetas en nuestro bolsillo. Pensemos en un ejemplo: Las monedas de 100 pesetas; las llamábamos "chocolatinas" y... ¿que ha pasado? Nos las han cambiado por monedas de un euro, pero lo peor de todo es que el concepto sigue siendo el mismo. Hemos pasado de una moneda dorada a una con dos colores con, más o menos, el mismo diámetro y con el mismo peso para que no nos demos cuenta de que nos han cambiado 100 por 166 que si las hubiéramos puesto todas juntas en monedas de 1 peseta, si hubiéramos hecho dos montones con 100 y con 166 monedas si que hubiéramos notado la diferencia de altura entre una y otra, si las hubiéramos puesto en dos balanzas también hubiéramos notado la diferencia de peso y, si las hubiéramos puesto todas juntas en una fila también tendríamos dos filas de distinta longitud... pero no, nos han cambiado nuestra querida "chocolatina" por una moneda similar pero con un valor muy superior. Eso si, cuando vamos a comprar el periódico antes pagábamos con una y ahora pagamos con la otra, cuando vamos a montar en un cochecito de feria también nos aceptan una por otra y cuando vamos a tomar un café también nos admiten una por otra.. pero ¿Por que no se dan cuenta que una tiene una valor sensiblemente superior? ¿Es que no ven que la que tenemos ahora tiene dos colores? ¿Es que no ven que le faltan dos ceros al 1? En fin, todos pensábamos que la diferencia se iba a ver reflejada en las grandes cantidades y así ha sido pero, tan solo en las que nos afecta en la salida del bolsillo pero no en el de entrada ¿Por que nuestro salario ha sido "traducido" literalmente mientras que el coste de las cosas ha sido "multiplicado" al alza? La verdad, no lo entiendo. Y lo peor de todo es que ahora tenemos que andar multiplicando y dividiendo mentalmente, si ya lo decía mi primer profesor de matemáticas, "el cálculo mental te ayudará en la vida" y ¡vaya si me está ayudando!, eso si, aún sigo pensando ¿Donde está nuestra peseta?

jueves, 5 de abril de 2007

¿La bolsa o la vida?

En el lejano Oeste Americano, los ladrones que asaltaban a los vaqueros les formulaban la siguiente pregunta: "¿La bolsa o la vida?". Dentro de la cabeza del agredido se producía una rápida decisión a tomar: ¿Hacerle frente al bandido con la cara medio tapada con un pañuelo, con el claro riesgo de pérdida de la vida, o bien, darle la bolsa de monedas que llevaba atada al caballo?.
En todas estas décadas que han pasado, las situaciones han ido evolucionando pero, la expresión "¿La bolsa o la vida?" sigue vigente. Se han sustituido los revólveres por ordenes de compra sin stop loss, se han cambiado los forajidos del lejano oeste por los brokers del mercado continuo. Lo que tampoco ha cambiado es el perfil del agredido. El sufrido pastor ha sido sustituido por el ambicioso inversor que se propone jugar en bolsa al igual que se va al casino, con la gran diferencia que en el casino se depende del azar, de la suerte, mientras que en el mercado de valores se depende de una serie de profesionales del mercado que se encargan de "cuidar" y "mimar" el valor de las acciones, realizando los ajustes correspondientes para la el valor suba o baje. Es el mismo perfil de persona que pretende hacerse rico con un canje virtual de dinero por nada. Eso si que ha cambiado, el sufrido pastor llevaba la bolsa de monedas para cambiarla por dos vacas y tres ovejas que le permitieran pasar el invierno y dar de comer a su familia, se ha transformado en un agresivo inversor que pretender aumentar su cuenta bancaria con canjes de dinero por "nada", por tan solo un apunte bancario y una carta informando de la compra, y lo peor de todo es que ese "nada" que le han dado puede que baje de precio, es posible que disminuya su valor y cuando vaya a recuperar sus monedas, cuando se disponga a recuperar la bolsa que tenía atada al cinturón, un mensaje virtual desde la pantalla del ordenador le dirá "¿La bolsa o la vida?" y ya no tendrá opción de defenderse, por su cabeza no se producirá la pregunta de que hacer, si defenderse o entregar las monedas, porque la bolsa ya le pesa menos, ha sido rebajada en cantidad sin ninguna capacidad de decisión y, lo peor de todo, cuando va a comprar las dos vacas y las tres ovejas ya no tiene monedas suficientes para realizar el canje. En estos momentos, en vez de aceptar la situación, en vez de conformarse por una vaca y dos ovejas, se mantiene confiado en que las monedas volverán en algunas semanas, espera que todo haya sido un sueño pero... semanas más tarde, cuando tiene que recuperar las monedas para comprar las vacas y ovejas de nuevo el mensaje virtual que sale de la pantalla del ordenador le vuelve a recordar "¿La bolsa o la vida?" y, en este caso, ya no tiene ni para vacas ni para ovejas, y se da cuenta que se ha quedado sin la bolsa, que tan solo se ha quedado con un par de monedas y justo en ese momento el agresivo inversor que se disponía a hacerse rico "jugando" en la bolsa se dice así mismo ¡Por lo menos me queda la vida!

miércoles, 4 de abril de 2007

¿Donde está la economía?

Dicen los banqueros que la economía es aquella ciencia de sacar rendimiento a cualquier situación de la vida. Si nos ciñéramos a esta idea, nos preocuparíamos en cada momento por mejorar nuestra economía. Estaríamos hablando de microeconomía, de macroeconomía o de la simple economía doméstica.
¿Donde radica el verdadero sentido a la economía? Si nos pusiéramos a preguntar en la calle a personas de distintas capas sociales y diferentes edades sobre la primera palabra que les viene a la cabeza al oír la palabra "economía" estamos convencidos de que saldrían palabras como: Ahorro, dinero, euro, hipoteca, ricos... Pero.. ¿no pensamos que se nos escapa algo? Si nos ponemos a pensar en su origen léxico nos encontramos que es la sustantivación del verbo "economizar" con lo que ¿no tendríamos que pensar también en: Agua, energía, recursos naturales... En estos momentos de globalización mundial, del euro, de banco central europeo, de bolsa en máximos históricos, de opa's y contra opas, nos estamos olvidando de la verdadera economía, de la que nos va a permitir subsistir en este planeta dentro de 100 años que no es otra que el ahorro en los recursos naturales.
Es curioso, llevamos décadas hablando del problema en la escasez del petróleo, diciendo que es un recurso finito, que su grado de contaminación es elevado, que el efecto invernadero va aumentando paulatinamente, pero cuando parece que nos empezamos a decantar por soluciones alternativas, por los combustibles biodiesel, si, éstos que salen de cualquier vegetal, nos damos cuenta que para que estos combustibles sean operativos, tendríamos que plantar grandes extensiones de maíz o cualquier otro vegetal para soportar la demanda existente, con lo que habría que talar bosques actuales, por ejemplo, Brasil es el país pionero en estos nuevos combustibles y empiezan a levantarse las primeras voces que protestan por la tala indiscriminada de la selva amazónica para crear áreas cultivables...
En fin, no sabemos como va a afectar a la economía mundial este cambio de tendencia energética ya que también tenemos que pensar en el CO2 que van a emitir a la atmosfera las plantaciones de vegetales para generar los biodiesel, lo que si estoy seguro es que, dentro de 100 años, seguirán hablando de micro economía, macroeconomía y, sobre todo, de economía doméstica y de como las familias consiguen llegar a fin de mes, con o sin petroleo.