martes, 8 de abril de 2008

Luchando por la posición en el atasco

Hay mañanas que me levanto, me visto, desayuno, salgo de casa, me monto en el coche y pienso... ¡Vamos hacia el atasco matinal! ¡Vamos a luchar por la posición en la salida de la M-40! ¡Vamos a no dejar que se incorporé el de la derecha!... y me pregunto ¿Cuanto tiempo ahorramos en este tipo de acciones? Sinceramente... poco, quizá 5 minutos, quizá menos... pero eso sí, llegamos bastante más estresados al trabajo que cuando salimos de casa. Pero no todo el impacto son los 5 minutos de más o de menos que llegamos a la oficina sino que el verdadero efecto es el aumento del consumo de gasolina con los constantes acelerones y frenazos que tenemos que dar para defender la posición ya ganada... ¿Alguien ha calculado el impacto económico que conlleva esta actitud? y.... ¿merece la pena? La verdad es que no ya que el tiempo que uno se ahorre te lo disminuyes en duración de vida por el stress que estás generado de forma artificial pero... es igual, siempre quedará el "acelerator" que viene por detrás de ti, achuchándote, e intentando que te eches a la derecha para que pueda pasar sin problemas y pueda llegar antes a su objetivo... El problema es que muchos de ellos luego se quejan de no llegar a fin de mes y se preguntan ¿donde me se me ha ido el dinero que con tanto esfuerzo he ganado? Se deberían de acordar de los acelerones y frenazos del atasco matutino de la M-40 y, sobre todo, de los 5 minutos que ganaron cada día y que, al final, no les aportaron mucho más que poder tomar un café más con lo compañeros.

domingo, 6 de abril de 2008

¿Subirán los precios de los carteles de "Se Vende"?

En todos las aspectos de la vida, cualquier acción que se realice o que suceda tiene sus efectos colaterales. Como no podría ser de otra manera, en la economía sucede lo mismo. En estos momentos de pinchazo de la burbuja inmobiliaria, en los que aumentan los pisos en venta, en los que aquellos que compraron a precio de plata los pisos, en especial apartamentos en lugares de playa y que los pretendrían vender a precio de oro, se encuentra ahora tratándolos de vender a precio de plata o, en algunas ocasiones, a precio de bronce, si me permiten el silogismo con los tres metales representativos de las, tan cercanas, olimpiadas. ¿Cuales son las implicaciones que tiene esta situación...? ¿Cuales son los efectos colaterales?. Pues bien, el precio de los carteles de "Se Vende" se debería de disparar en las próximas semanas/meses. Este es un producto muy ligado a la ley de la oferta y demanda con lo que, dado que "todo vale" a la hora de tratar de colocar el piso en cuestión y, dado que empiezan a quebrar las agencias inmobiliarias por falta de clientela, tan solo les van a quedar la venta por "visión", esto es, la venta por la captación de posibles clientes a través de los típicos carteles rojos con números blancos en los que se puede ver "Se Vende" y un nº de teléfono al que podemos acudir para pedir más información... el problema es que ya no se ven las personas paseando por las calles, con libreta abierta en mano y apuntando los citados números de teléfonos que pueden ver, con prismáticos o no, en los carteles de "Se Vende"... y digo yo ¿Esta ausencia de posibles clientes por ausencia de posibles compradores no tendrá un efecto colateral en la disminución de la venta de pequeñas libretas de bolsillo?