Halloween: ¿No estamos en crisis?

Si preguntásemos a las personas que andan por la calle acerca del principal problema que tenemos en la actualidad, muchos de ellas responderían que la crisis. Es cierto, los medios de comunicación se han encargado, y lo han conseguido, en que todo el mundo sepa que estamos en crisis. Pero si hacemos otra pregunta acerca de lo que es Halloween, la respuesta dependerá de la edad de la persona, esto es, a menor edad más ilusión le hará la fiesta de Halloween. Fiesta que, en los últimos años, se ha implantado en nuestra sociedad y de la que no nos podemos librar. Fiesta con poco arraigo, por no decir nulo, hace 30 años, y que, a partir de entonces, poco a poco está en nuestras casas y, sobre todo, en nuestras tiendas. Los catálogos de los hipermercados o tiendas de regalos nos inundan de naranja nuestros salones, ¿Tenemos que decorar la casa de calabazas naranjas? ¿Tenemos que disfrazarnos de brujas o de vampiros? ¿Tenemos que comprar chocolatinas con forma y envoltorio de ojo sangriento? La verdad, no termino de entender el fin de la fiesta y, sobre todo, el fin del consumismo en el que nos hemos metido y que, si no tienes algo de esto en tu casa parece que no estás de acuerdo a la sociedad... pues no, no creo que en los tiempos en los que estamos tengamos que gastarnos el dinero de la crisis en este tipo de artículos, además.. ¿Por qué los niños van ahora por las casas a pedir caramelos en Halloween y no van a pedir el aguinaldo en Navidad? Perdemos nuestras costumbres por otras importadas pero... me temo que estas últimas generan más beneficios que una pandereta y una zambomba. De verdad... sigo sin entenderlo.